El riesgo de sobredosis de nicotina se agrava con algunas formas de consumo. Descubre cuáles son las más peligrosas, los síntomas más habituales y qué hacer en caso de intoxicación aguda.
La nicotina es, junto con el alcohol, una de las sustancias psicoactivas más consumidas. Es un alcaloide presente en la planta del tabaco (Nicotiana tabacum) que se suele administrar quemando sus hojas y aspirando el humo resultante, es decir, mediante lo que se conoce como fumar cigarrillos.
Lo más destacado de esta sustancia es su gran poder adictivo, que es el que hace que quienes fuman quieran seguir haciéndolo y no puedan dejarlo fácilmente, lo que les lleva a exponerse de forma repetida a las sustancias cancerígenas y dañinas para el corazón y otros órganos que están presentes en el humo del tabaco, como el ácido cianhídrico, aldehído fórmico, monóxido de carbono plomo, arsénico, amoniaco, uranio, benceno, nitrosaminas, hidrocarburos aromáticos…
¿Esto significa que la nicotina no es tóxica? En absoluto: es muy tóxica y, como sucede con todos los tóxicos, hay un umbral de consumo a partir del cual produce toxicidad aguda y, cuando se supera una determinada dosis, resulta letal. Pero hay que tener en cuenta que la cantidad de nicotina presente en el humo del tabaco no es la misma que la que contienen las bolsitas de nicotina o snus, el tabaco de mascar o
los botes de nicotina líquida para vapear.
Dosis tóxicas y letales de nicotina
La nicotina está presente en numerosos productos (algunos se consumen de forma recreativa y otros se usan para dejar de fumar):
Tabaco de mascar.
Cigarrillos.
Puros.
Nicotina líquida.
Bolsitas de nicotina (snus).
Chicles con nicotina.
Parches transdérmicos con nicotina.
Tabaco de pipa.
Hojas de tabaco.
La dosis tóxica de nicotina se sitúa entre los 10 y los 20 miligramos y la dosis letal se encuentra entre 0,5 y 1 miligramo por kilo de peso. Tal y como se recoge en un artículo publicado en la revista Trastornos adictivos, “la dosis presente en un cigarrillo resultaría letal para una persona si se extrajera y se inyectara en sangre”. De hecho, “en la combustión del propio tabaco desaparece la mayor parte de la nicotina”. El snus tiene una concentración mayor de nicotina (la equivalente a unos tres cigarrillos) y en la nicotina líquida es muy superior.
Habría que fumar múltiples cigarrillos, uno detrás de otro durante un lapso de tiempo muy corto, para llegar a esos efectos de toxicidad letal. El consumo seguido de cigarrillos a lo largo del día incrementa la dosis de nicotina en el organismo, pero dista mucho de alcanzar concentraciones mortales. Por lo tanto, esta no es la fuente habitual de los casos de intoxicación que atienden los servicios de urgencias.
Generalmente, las intoxicaciones por nicotina ocurren en niños de corta edad que han ingerido accidentalmente chicles o parches de nicotina. Entre 1 y 2 mg pueden bastar para causarles una toxicidad grave, dado su reducido peso.
En los últimos años, con el aumento del uso del cigarrillo electrónico, se han dado casos de intoxicación en niños, a los que les resultan atractivos los envases de recarga de los dispositivos para vapear. “Beber menos de una cucharada pequeña de nicotina líquida puede producir una intoxicación grave e incluso la muerte en un niño pequeño”, informan los pediatras en la web En Familia, de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Los adultos no están exentos de sufrir una intoxicación por nicotina si se exceden con la dosis máxima tolerable según su peso y características individuales. En los prospectos de los parches de nicotina se advierte del riesgo de sobredosis “si se aplican en la piel muchos parches simultáneamente en la piel”. Y todavía más si se fuma con todos esos parches puestos.
En las instrucciones de uso de los chicles para dejar de fumar se advierte: “El uso excesivo de nicotina procedente de la terapia sustitutiva con nicotina y/o por fumar puede causar síntomas de sobredosis”. No obstante, se aclara que “el riesgo de intoxicación como resultado de tragarse el chicle es muy pequeño, ya que la absorción en ausencia del masticado es lenta e incompleta”.
Síntomas de la intoxicación o sobredosis de nicotina
Los síntomas más habituales de una intoxicación por nicotina son los siguientes:
Palidez.
Dolor abdominal.
Mareo.
Audición y visión alteradas.
Temblor.
Confusión Mental.
Debilidad.
Cuando se produce una gran sobredosis, los síntomas empeoran:
Postración.
Colapso circulatorio.
Fallo respiratorio.
Salivación.
Náuseas.
Vómitos.
Convulsiones terminales.
Qué hacer en caso de intoxicación
En caso de intoxicación por nicotina, estos son los consejos de los expertos:
Buscar asistencia médica inmediata.
Llamar al Servicio de Información Toxicológica. En España, el teléfono es: 91 562 04 20.
No provocar el vómito, a menos que así lo indique el Servicio de Toxicología o un profesional de la salud.
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