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¿Por qué me salen con frecuencia moratones en la piel sin golpearme?

Los hematomas o moratones se producen generalmente tras un golpe, pero en algunas circunstancias surgen por otros motivos. Te contamos los más habituales y en qué casos es conveniente consultar al médico.



Los moratones, cardenales o hematomas se producen porque se acumulan pequeños restos de sangre cuando se rompen los capilares superficiales. Estas manchas oscuras salen en la piel cuando nos damos un golpe, pero a veces pueden aparecer sin que haya habido un traumatismo. Generalmente, tardan en curarse de dos a cuatro semanas, pero en algunas personas permanecen durante más tiempo.

En los casos en los que surgen de forma recurrente sin que se haya producido un golpe, puede ser debido a un problema de salud y en ocasiones -afortunadamente, un porcentaje reducido- constituyen un signo de alerta de enfermedades graves.



Posibles causas de los hematomas sin golpes

Los motivos que están detrás de la aparición de hematomas tras una pequeña presión sobre la piel o, incluso, de forma aparentemente espontánea pueden ser muy diversos. Comentamos los más destacados.


Alteraciones del colágeno

Una posible causa son los problemas relacionados con el colágeno. El colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo. Entre otras misiones importantes, tiene el cometido de cubrir los vasos sanguíneos y protegerlos de las agresiones. Los hombres tienen más colágeno debajo de la piel que las mujeres y por eso, generalmente, les salen menos hematomas.


Hay algunas enfermedades relacionadas con deficiencias en el colágeno. Por ejemplo, el síndrome de Ehlers-Danlos, que es un grupo de trastornos hereditarios raros producidos por mutaciones de genes implicados en la fabricación del colágeno. Los afectados tienen las articulaciones extremadamente sueltas o laxas, piel muy elástica (hiperelástica) en la que se forman hematomas con gran facilidad y vasos sanguíneos que se dañan a la mínima.


Problemas de circulación

Una mala circulación sanguínea también propicia la formación de más hematomas. Esto puede deberse, en muchos casos, al propio envejecimiento. Con la edad, la fuerza de arrastre que permite que las venas impulsen la sangre hacia arriba, en contra de la gravedad, se pierde, lo que favorece que los cardenales aparezcan con mayor frecuencia. Asimismo, los ancianos tienen los capilares más frágiles.


Medicamentos

Hay algunos antiinflamatorios, corticoides, antidepresivos y anticoagulantes que contribuyen a que se produzcan hemorragias o sangrados con mayor facilidad también favorecen los hematomas. 


Déficit de vitaminas

Otra posible razón es un déficit grave de vitaminas, algo que en países como España no es muy frecuente. Una ingesta mínima de fruta y verdura garantiza los requerimientos de vitaminas K, y del grupo B y C, entre otros micronutrientes.


Plaquetas bajas

Las plaquetas o trombocitos son células sanguíneas que ayudan a que la sangre se coagule, deteniendo el sangrado. Un bajo nivel de plaquetas se denomina trombocitopenia y conlleva un mayor riesgo de hemorragias y de formación de hematomas.


Exposición al sol

Una exposición prolongada y repetida al sol, que promueve la destrucción del colágeno, puede promover la aparición de moratones con mayor facilidad.


Cambios hormonales

Los cambios hormonales que se producen antes de tener la regla y que están implicados en lo que se conoce como síndrome premenstrual fomentan la fragilidad de los vasos sanguíneos, con el consiguiente mayor riesgo de que aparezcan moratones. El embarazo también puede ejercer una influencia considerable porque en ocasiones lleva a una disminución de las plaquetas. 


Algunas enfermedades del hígado y de la sangre

Entre las enfermedades que fomentan una mayor formación de cardenales destaca la cirrosis, que afecta a la cirrosis, y también determinadas dolencias hematológicas, como leucemias, linfomas o hemofilias. Conviene subrayar que la aparición de algún moratón más de lo habitual no constituye el principal signo de alerta de estas dolencias.


¿Cuándo acudir al médico?

En general, los moratones se curan por sí solos y todo el mundo se da golpes con cierta frecuencia en piernas y brazos al chocar contra barandillas, mesas, sillas… De hecho, no es raro descubrir de vez en cuando algún cardenal y no poder recordar el traumatismo que lo originó. 


Sin embargo, cuando se observa que una persona tiene tendencia a hacer hematomas sin motivo aparente es conveniente consultar al médico para averiguar si se debe a alguna enfermedad. Sobre todo, es importante consultar si esos cardenales surgen en lugares en los que no es habitual golpearse, como el abdomen, el pecho o la espalda. Entonces puede tratarse de un claro signo de alerta de que hay algún problema que precisa tratamiento.


También es conveniente consultar al médico si esa formación abundante de moratones se acompaña de otros síntomas de alarma relacionados con problemas de la coagulación, como sangrado anormal de las encías al lavarse los dientes, hemorragias recurrentes de la nariz (epistaxis) o sangrado excesivamente abundante durante la menstruación, entre otros.

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