La meningitis es una enfermedad que puede dejar importantes secuelas si no se detecta a tiempo. Aunque la mayoría de casos se da en niños, los adultos también pueden sufrirla. Prestar atención a las señales de alerta de esta patología es fundamental para tratarla cuanto antes.
La meningitis es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Si se desarrolla de forma grave, puede derivar en serias complicaciones y secuelas o, incluso, causar la muerte. La vacunación ha logrado que los casos se hayan reducido muchísimo, aunque se trata todavía de una patología que deja huella a través de los 1.000 españoles que la sufren cada año, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En un 10% de ellos, cursa de forma grave.
Señales de alerta de meningitis
Los primeros síntomas por los que se manifiesta la meningitis coinciden con los de muchas otras enfermedades, por lo que la detección precoz puede complicarse. No obstante, Guillán alude a dos signos iniciales a los que debemos prestar atención:
Dolor de cabeza, que suele ser intenso y diferente al que normalmente sentimos.
Fiebre, en caso de que el origen de la meningitis sea infeccioso. “Se trata de una fiebre alta que no sabemos de dónde viene porque no va acompañada de ningún otro síntoma”, detalla la experta.
Con el transcurso de las horas, la meningitis puede causar otras señales de alerta:
Náuseas y vómitos.
Presión cerebral.
Crisis epilépticas y convulsiones.
Disminución del nivel de conciencia.
Sensibilidad excesiva a la luz.
Normalmente, la meningitis en adultos cursa de manera algo diferente que en niños, quienes, además del dolor de cabeza y la fiebre, experimentan rigidez en la nuca. “No son capaces de doblar o bajar la cabeza, tampoco de levantar las piernas. Este tipo de síntomas en los adultos se nota mucho menos, no es tan llamativo”, explica Guillán.
Asimismo, puede ocurrir que cuando la causa de la meningitis es una bacteria, esta puede introducirse en la sangre y diseminarse, dando lugar a una sepsis meningocócica. En estos casos, la enfermedad es más letal en niños que en adultos “porque las defensas de estos últimos trabajan mejor”, afirma la especialista.
¿La meningitis es contagiosa?
Las meningitis infecciosas, como infección que son, pueden contagiarse. En este sentido, Guillán aclara que, por ejemplo, el neumococo, causa de la meningitis bacteriana, es una bacteria que produce también la otitis: “Las personas pueden estar cerca de pacientes con otitis y no ocurre nada porque lo normal es que, aunque se entre en contacto con esa bacteria, nuestros anticuerpos y nuestro sistema inmune nos protegen de ella. Lo mismo ocurre con la amigdalitis”.
De esta forma, estamos hablando de bacterias comunes que se encuentran en diferentes cuadros infecciosos. “La ‘mala suerte’ es que lleguen a las meninges y se presenten en forma de meningitis”, lamenta la neuróloga, que agrega que, si es un virus el causante de esta patología, el más frecuente es el del herpes: “Este virus se puede manifestar de muchas formas. Una muy habitual es una herida en el labio. Por ello, que tengamos un herpes no quiere decir que vayamos a sufrir meningitis”.
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