La Hiperplasia Prostática Benigna

La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) es un trastorno común en hombres mayores, caracterizado por el agrandamiento no canceroso de la glándula prostática.

Esta condición es una parte normal del envejecimiento masculino y, aunque no está directamente relacionada con el cáncer de próstata, puede causar síntomas molestos debido a la presión ejercida sobre la uretra.

Causas:

Envejecimiento: A medida que los hombres envejecen, la glándula prostática tiende a aumentar de tamaño. Se desconoce la causa exacta, pero se cree que los cambios hormonales asociados con la edad, particularmente los niveles elevados de dihidrotestosterona (DHT), pueden desempeñar un papel importante.

Síntomas:

Problemas urinarios: Dificultad para comenzar a orinar, chorro de orina débil, micción frecuente (especialmente por la noche), sensación de vaciado incompleto de la vejiga, necesidad urgente de orinar.

Complicaciones: Retención urinaria aguda (incapacidad para orinar), infecciones del tracto urinario, cálculos en la vejiga, problemas renales.

Diagnóstico:

Historia clínica y examen físico: El médico puede preguntar sobre los síntomas y llevar a cabo un examen físico, incluido un examen rectal digital (DRE) para evaluar el tamaño y la forma de la próstata.

Análisis de orina: Para descartar infecciones urinarias.

Análisis de sangre: Para medir los niveles de antígeno prostático específico (PSA), una proteína producida por la próstata. Aunque la HPB no aumenta el riesgo de cáncer de próstata, puede afectar los niveles de PSA.

Tratamiento:

Cambios en el estilo de vida: Reducción de la ingesta de líquidos antes de acostarse, evitar cafeína y alcohol, manejo del estrés.

Medicamentos: Alfa-bloqueantes para relajar los músculos de la próstata y medicamentos que reducen el tamaño de la próstata como inhibidores de la 5-alfa reductasa.

Procedimientos médicos: Terapias mínimamente invasivas como la terapia con láser, resección transuretral de la próstata (RTUP) y procedimientos quirúrgicos más invasivos en casos graves.

Prevención:

Aunque no hay una forma garantizada de prevenir la HPB, llevar un estilo de vida saludable, mantener un peso corporal adecuado y realizar ejercicio regularmente pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar síntomas severos.