Ketamina en pastillas, eficaz en depresión que no responde a otros fármacos

Un estudio confirma los efectos beneficiosos de la ketamina frente a la depresión y revela que su administración oral produce menos efectos secundarios cardiovasculares y un riesgo inferior de experimentar una disociación o desconexión de la realidad.

La ketamina es una sustancia multifacética y controvertida: anestésico, droga de abuso y fármaco antidepresivo. Cuando se usa bajo supervisión médica, muestra un potencial antidepresivo con ciertas ventajas frente a los fármacos tradicionales. Aunque no funciona en todos los pacientes, en aquellos que sí lo hace tiene un efecto mucho más rápido.

Desde noviembre de 2022 está disponible en España el fármaco esketamina (un derivado de la ketamina) intranasal para la depresión mayor, pero solo para determinados casos; fundamentalmente, está destinada a pacientes que no han respondido a la terapia con los antidepresivos habituales. Ahora, un ensayo clínico en fase 2 cuyos resultados se publican en la revista Nature Medicine revela que la ketamina en comprimidos de liberación prolongada también es eficaz, segura y bien tolerada en pacientes con depresión resistente a otros tratamientos.

En comparación con el uso intranasal o intravenoso de ketamina, estas pastillas por vía oral son más fáciles de administrar y reducen el riesgo de abuso y de efectos adversos cardiovasculares (hipertensión y taquicardia). Asimismo, es menor la intensidad de la disociación o sensación de encontrarse fuera propio cuerpo relacionada con el uso de esta sustancia. No obstante, estos resultados deberán ser corroborados con estudios adicionales que incluyan a más pacientes.

Reducción de los síntomas de depresión

fármacos en el cerebro

El ensayo clínico se realizó con un total de 231 pacientes que en una primera etapa tomaron 120 mg de la nueva formulación del medicamento durante 5 días. Aquellos cuyos síntomas mejoraron pasaron a una segunda fase, en la que fueron divididos de forma aleatoria en dos grupos: los integrantes del primero siguieron consumiendo las pastillas y los del segundo recibieron un placebo (sustancia inactiva).

Los investigadores, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), constataron que el 71% de los pacientes del grupo de placebo experimentaron una recaída de la depresión al cabo de 13 semanas, frente al 43% de quienes recibieron 180 mg de ketamina por vía oral dos veces a la semana.

En cuanto a los efectos adversos, no se observaron cambios en la presión arterial y el grado de sedación y disociación fue mínima en las personas que tomaron el fármaco.

Con estos resultados, los autores concluyen que el uso de la nueva formulación de ketamina podría aportar ventajas adicionales respecto a la administración intranasal o intravenosa, ya que, además de reducir los efectos adversos, permite una administración más cómoda, sin necesidad de acudir a un centro sanitario.

Un fármaco eficaz, pero no para todos los pacientes

En declaraciones a SMC Reino Unido, Paul Keedwell, psiquiatra y miembro del Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido, ha manifestado que el nuevo estudio “subraya aún más el impresionante efecto antidepresivo de la ketamina, pero en la forma mucho más cómoda y aceptable de un comprimido de liberación lenta”. El experto resume los resultados más destacados: más del 70% de los pacientes con depresión que no habían mejorado con una media de más de cuatro antidepresivos diferentes respondieron a la ketamina oral y más del 50% experimentaron una remisión completa de sus síntomas.

Además, “los investigadores demostraron una importante ventaja de la ketamina oral: que los efectos secundarios no se diferenciaban significativamente del placebo”, resalta el psiquiatra. En otras palabras, “un comprimido de ketamina, a diferencia de una infusión, se tolera bien”.

En opinión del especialista, “el estudio abordó la espinosa cuestión de mantener la mejoría tras la respuesta inicial”. En este sentido, los resultados “sugieren que a muchos les seguirá yendo bien con un tratamiento a más largo plazo, siempre que se utilicen dosis más altas, pero se necesita más investigación con un mayor número de pacientes”.

Keedwel señala un posible inconveniente de tomar ketamina por vía oral: “Es probable que existan grandes diferencias individuales en la absorción y el metabolismo, por lo que es necesario seguir investigando para determinar el régimen de dosificación ideal”.

Rupert McShane, psiquiatra asesor del Oxford Health NHS Trust y profesor asociado del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford (Reino Unido), ha expuesto a SMC los puntos fuertes y débiles de la ketamina terapéutica: "El lugar de la ketamina en el tratamiento de la depresión resistente al tratamiento no está claro”. Este estudio confirma “que la ketamina oral, al igual que la intravenosa, es un antidepresivo, pero que su efecto depende de la dosis”. En todo caso, cree que los resultados “son lo suficientemente buenos como para justificar los ensayos de fase 3, más amplios, que serán necesarios para obtener una licencia para la dosis de 180 mg dos veces por semana”.