Si pensabas que estar de pie no quema demasiadas calorías y que, para eso, es mejor quedarse sentado, estabas equivocado. Una investigación realizada por la Universidad de Granada (UGR), publicado recientemente en la revista científica Plos One, recomienda pasar más tiempo de pie para incrementar el gasto energético y, así, evitar los problemas para la salud asociados al sedentarismo.
“Los resultados de nuestro estudio demuestran que la cantidad de energía gastada al estar de pie es significativamente superior a la invertida en otros comportamientos más sedentarios, tales como estar sentado o acostado”, explica a CuídatePlus su autor principal, Francisco J. Amaro Gahete, estudiante de doctorado del Programa de Biomedicina de la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR y miembro del Departamento de Fisiología de la citada universidad.
El investigador recuerda que “los españoles pasamos entre 8 y 10 horas sentados o tumbados al día, sin contar las horas de sueño. Por lo tanto, si combatimos el sedentarismo con pequeños cambios en el estilo de vida, como pasar más tiempo de pie, podríamos reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la obesidad o la diabetes tipo 2”.
Gasto energético en cada una de las posiciones
Según han hallado en este estudio, el gasto energético en cada una de las posiciones sería: tumbado, 1,2 kilocalorías por minuto; sentado, 1,2 kilocalorías por minuto; y de pie, 1,32 kilocalorías por minuto.
“El hecho de estar de pie durante seis horas al día, en lugar de sentado, supone que una persona de unos 65 kilogramos podría gastar 54 kilocalorías al día adicionales”, calcula Amaro.
¿Ahorrador o derrochador de energía?
Los científicos utilizaron una muestra formada por 53 jóvenes adultos, clasificados en dos tipos: “ahorradores” y “derrochadores” de energía, en función del gasto energético que consumen al estar sentados o tumbados y de pie.
“Los ahorradores consumen muy poca energía en sus actividades y, por tanto, la diferencia entre estar sentado o tumbado y estar de pie es prácticamente nula. Los derrochadores, sin embargo, queman aproximadamente un 10% más de energía cuando cambian de estar sentado o tumbado a estar de pie”, señala Amaro.
Según el investigador, “la lectura y conclusión que sacamos del estudio en relación al fenotipo ahorrador-derrochador es que aquellas personas que tienen mayor masa muscular tienen de base un mayor gasto energético en todas las posiciones. Sin embargo, y paradójicamente, “estas personas con mayor masa muscular presentan un menor cambio en gasto energético cuando pasan de una posición a otra, lo cual se explica porque estos individuos con mayor masa muscular suelen tener mayor eficiencia energética”.
El gasto energético generalmente disminuye con la edad. Amaro cuenta cuál podría ser el motivo: “Las personas jóvenes, además de tener un metabolismo más acelerado como consecuencia del proceso de crecimiento, tienen también una mayor masa muscular. Esta masa muscular juega un papel determinante en el gasto energético, ya que es tejido metabólicamente activo y, por lo tanto, consumidor de energía únicamente por el hecho de mantener la postura”.
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