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¿Es bueno hacer los deberes con los niños?

Hace unas semanas que el nuevo curso escolar ha comenzado y los deberes empiezan a ocupar las tardes de los niños y de muchos padres. Pero ¿es bueno hacerlos con ellos o solo ayudarlos? “Si un niño quiere aprender a nadar es importante que alguien le enseñe y le acompañe. Si sus padres nadan por él, nunca aprenderá a nadar ni sabrá si le gusta o no la natación. Con los deberes pasa lo mismo”, comenta Neus Bosch, psicopedagoga y orientadora profesional de Educaweb.



“Hacer los deberes con los niños genera dependencia”, afirma Paloma Morcuende, psicopedagoga en ISEP Clínic Madrid y especialista en dificultades del aprendizaje. Hacer la tarea escolar se puede comenzar desde Primaria como si de una rutina más se tratase: “Se les motiva para que se pongan siempre a la misma hora y sitio, se les ayuda a comenzar y a organizar la tarea con el objetivo de que ellos la continúen y, finalmente, se supervisa conjuntamente, favoreciendo la autocorrección y reflexión sobre el trabajo realizado, de manera que con la práctica lleguen a lograrlo ellos solos”, añade.


Según Morcuende, el papel del adulto debe limitarse a “guiar y asesorar al niño con el fin de que aprenda a resolver los ejercicios por sí mismo, fomentando la autonomía y mejorando su rendimiento escolar”.



Los niños con dificultades de aprendizaje

“Los niños con dificultades específicas de aprendizaje (DEA) se suelen sentir inseguros con respecto a las tareas escolares, y para ellos, enfrentarse a deberes diarios y a exámenes es todo un reto”, señala Morcuende. En estos casos, la especialista recomienda comenzar por tareas sencillas, que pueden realizar con total autonomía y que les otorgarán seguridad, para ir realizando acciones más difíciles hasta que tengan confianza y no precisen de ayuda.


Por su parte, Bosch indica que “el asesoramiento al alumnado con necesidades educativas especiales debe coordinarse entre la escuela, los especialistas y la familia”.


¿Por qué solo ayudar?

Para los niños, el tiempo que se destina a la realización de deberes “se puede convertir en una oportunidad para aprender de forma autónoma, crear hábitos de trabajo, superación y disciplina, que refuerzan la concentración y la memoria”, explica la psicopedagoga de ISEP. Para la experta, los padres tienen que vigilar, apoyar y resolver las dudas que se presenten. “Si el niño aprende a llegar a la respuesta correcta por sí mismo, estará desarrollando habilidades esenciales para el aprendizaje como son la comprensión, el razonamiento, la resolución de problemas y la autoevaluación”, añade.


Mejor rendimiento escolar

Que los padres ayuden a sus hijos con los deberes -y no hacerlos- tiene sus efectos en el rendimiento escolar, ya que es mejor. “La colaboración de los padres debe ceñirse al control de la agenda, materiales y calendarios, organización del estudio, supervisión de las tareas y coordinación con la escuela”, especifica Morcuende.


Por su parte, la psicopedagoga de Educaweb señala que “la relación directa entre rendimiento y deberes está cuestionada, ya que según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España dedica un mayor número de horas semanales, con respecto a la media, a realizar deberes, y su rendimiento se encuentra en la media de los países de la OCDE”.


Edad a la que comenzar a ayudar con los deberes

Bosch señala que “no existe una edad mínima ni máxima indicada para empezarles a ‘ayudar’ o dejar de hacerlo, pero que si hablamos de forma más global, desde el primer día de escuela, la familia debe interesarse por lo que hacen y acompañarlos a lo largo de todo el proceso, no únicamente en la etapa de Infantil y Primaria, sino también en Secundaria”.



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