El tipo principal de cirugía para el cáncer de próstata es laprostatectomía radical. En esta operación, el cirujano extirpa toda la glándula prostática además de una porción del tejido que la rodea, incluyendo las vesículas seminales.
LA CIRUGÍA ES UNA OPCIÓN COMÚN PARA TRATAR DE CURAR EL CÁNCER DE PRÓSTATA SI SE CREE QUE NO SE HA PROPAGADO HACIA EL EXTERIOR DE LA GLÁNDULA PROSTÁTICA. Riesgos de la cirugía del cáncer de próstata
Los riesgos asociados a cualquier tipo de prostatectomía radical son similares a los de cualquier cirugía mayor. Algunos de los problemas que pueden surgir durante o poco después de la operación son:
Reacciones a la anestesia
Sangrado debido a la cirugía
Coágulos sanguíneos en las piernas o los pulmones
Daño a órganos adyacentes
Infecciones en la zona de la cirugía
En raras ocasiones, puede lesionarse parte del intestino durante la cirugía. Esto puede causar infecciones en el abdomen y podría requerir otra cirugía para corregir este problema. Las lesiones a los intestinos son más comunes con las cirugías robóticas y laparoscópicas que con el método abierto.
Si se extirpan los ganglios linfáticos, se puede formar una acumulación de líquido linfático (llamado linfocele) que puede requerir que se drene.
En algunos casos no muy frecuentes, es posible que el hombre fallezca debido a complicaciones de la operación. El riesgo depende en parte de su estado de salud general, su edad y de la experiencia del equipo quirúrgico.
Efectos secundarios de la cirugía de próstata
Los posibles efectos secundarios principales de la prostatectomía radical son la incontinencia urinaria (falta de control de la vejiga) y la disfunción eréctil (impotencia; dificultades para lograr y mantener erecciones). Estos efectos secundarios también pueden ocurrir con otras formas de tratamiento para el cáncer de próstata.
Incontinencia urinaria: usted tal vez no pueda controlar la orina o tal vez presente fuga o goteo de orina. El tener incontinencia puede afectarle no sólo físicamente, sino también emocional y socialmente. Los siguientes son los tipos principales de incontinencia:
Los hombres con incontinencia urinaria de esfuerzo podrían perder orina cuando tosen, se ríen, estornudan o hacen ejercicio. La incontinencia de esfuerzo es el tipo más común después de la cirugía de la próstata. Por lo general, los problemas con la válvula que retiene la orina en la vejiga (esfínter de la vejiga) causa la incontinencia de esfuerzo. Los tratamientos del cáncer de próstata pueden dañar esta válvula o los nervios que hacen que funcionen la válvula.
Los hombres que padecen incontinencia por rebosamiento presentan dificultad para vaciar la vejiga. Estos hombres se tardan mucho en orinar y tienen un flujo goteante con poca fuerza. Por lo general, el bloqueo o el estrechamiento de la salida de la vejiga debido a tejido cicatricial causa la incontinencia por rebosamiento.
Los hombres que padecen incontinencia de urgencia tienen una necesidad repentina de orinar. Esto ocurre cuando la vejiga se vuelve demasiado sensible al estiramiento conforme se llena de orina.
En raras ocasiones, los hombres pierden toda la capacidad de controlar la orina después de la cirugía, lo que se conoce como incontinencia continua.
Después de la cirugía del cáncer de próstata, el control normal de la vejiga generalmente regresa dentro de varias semanas o meses. La recuperación por lo general ocurre lentamente con el paso del tiempo.
Los médicos no pueden predecir con certeza cómo se afectará un hombre después de la cirugía. En general, los hombres de edad más avanzada suelen presentar más problemas de incontinencia que los hombres más jóvenes. Los grandes centros de tratamiento contra el cáncer en los que se realiza la cirugía de la próstata con frecuencia, y en los que los cirujanos tienen vasta experiencia, reportan menos problemas de incontinencia.
La incontinencia se puede tratar. Aun cuando su incontinencia no se pueda corregir completamente, es posible aminorarla. Para aprender acerca de cómo manejar y vivir con incontinencia.
Disfunción eréctil (impotencia): esto significa que no se puede lograr una erección suficiente para la penetración sexual.
Las erecciones son controladas por dos pequeños grupos de nervios tendidos en los dos lados de la próstata. Si usted podía tener erecciones antes de la cirugía, el cirujano tratará de no afectar estos nervios durante la prostatectomía. Esto se conoce como preservación de nervios. Sin embargo, el cirujano tendrá que extirpar los nervios, si el cáncer está creciendo dentro de ellos o muy cerca de ellos.
Si se extirpan ambos nervios, usted no podrá tener erecciones espontáneas, aunque es posible que todavía pueda tener erecciones utilizando algunas de las ayudas que se describen a continuación. En caso de que se extirpen los nervios de un solo lado, aún podría lograr erecciones, pero esa probabilidad será menor que si no se hubiera extirpado ninguno de los nervios. Si no se extirpa ninguno de los conjuntos de nervios, es posible que usted logre nuevamente erecciones normales en algún momento después de la cirugía.
Después de esta operación, la capacidad de lograr erecciones depende de la edad, la capacidad que tenía usted de lograr erecciones antes de la operación, y si se cortaron los nervios. Todos los hombres pueden esperar una reducción en la capacidad de tener erecciones, pero cuanto más joven usted sea, hay más probabilidades de que conserve esta capacidad.
Los cirujanos que realizan muchas prostatectomías radicales suelen reportar tasas de impotencia más bajas que los médicos que realizan la cirugía con menos frecuencia. Se ha informado una amplia gama de tasas de impotencia en la literatura médica, pero la situación particular de cada hombre es diferente. Por lo tanto, la mejor manera de obtener una idea sobre sus probabilidades de recuperar las erecciones consiste en preguntar a su médico sobre sus tasas de éxito y cuál sería probablemente el pronóstico en su caso.
Si su capacidad para lograr erecciones regresa después de la cirugía, a menudo regresa lentamente. De hecho, esto puede que tome desde unos pocos meses hasta dos años. Durante los primeros meses, usted probablemente no podrá lograr una erección espontánea, por lo que es posible que necesite medicamentos u otros tratamientos.
La mayoría de los médicos cree que recuperar la potencia es ayudada por el intento de lograr una erección tan pronto como sea posible una vez que el cuerpo ha tenido la oportunidad de curarse (generalmente varias semanas después de la operación). Algunos médicos llaman a esto rehabilitación peneana. El uso de medicamentos (vea información a continuación) puede ser útil en este momento. Asegúrese de hablar con su médico sobre su situación particular.
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